martes, diciembre 27

 

The family's karaoke



La adicción al karaoke llegó a mi hogar. Llegó silenciosamente en un CD que trajo el pelao, el pololo de mi hermana, junto con un micrófono. Comenzó tímidamente con la Daniela y la Michelle, y agarró vuelo con mis primos (definitivamente artistas). Mi papá se compró dos discos, “lo mejor de Myriam Hernández" y uno con canciones bailables, y mi Cesar, el mayor fans de karaoke que conozco, completo la parrilla con 5 discos más Yo me había hecho la lesa, no había pescado, más que nada por una cuestión de pánico escénico, ya que canto tan mal, que mi familia esperaba mi debut con ansia. Yo era como el plato de fondo. Hasta que pasó. Fue en navidad, sin querer llegué al micrófono, busque una canción y empecé cantando bajito, mientras todos hacían algo. Seguí un poco más fuerte hasta que me decidí, coloque a Myriam Hernández… después de la segunda canción ya se me habían quitado las ganas hasta de ir a ducharme, en la tercera canción ya tenia como coro a la Michelle, y en no sé cual ya me sentía toda una artista, “el hombre que yo amo, sabe que lo amo, me toma en sus brazos y lo olvido todo”…jajaja. Pobres vecinos.

viernes, diciembre 23

 

Navidad


No recuerdo en que momento deje de creer en el viejito pascuero, pero fue de muy pequeña, siempre fui curiosa y observadora, y no tarde en darme cuenta de los disfraces y las falsas barbas. Demasiado influenciada por los viejitos gringos, los de acá me parecían extraños, muy flacos, como con ropa vieja, barbas no tan abultadas, el vecino del frente poniéndose el gorro y la baba y así muchos otros puntos me hicieron concluir demasiado niña, que el viejito pascuero era una invención.
Mis primos en cambio, gracias a mis ingeniosas tías, se demoraron mucho en descubrirlo, porque no trataron con hombres disfrazados, sino que simplemente con la magia de la noche. Compraban escarcha y la colocaban desde la ventana hasta el arbolito pasadas las doce y hacían sonar una campana. A veces el viejito entraba a una habitación y dejaba allí los regalos, por eso todas las ventanas estaban abiertas. Mis primos corrían al instante al arbolito, pero nada que hacer, el viejito a había escapado dejando su polvo mágico. Se asomaban a la ventana para ver si se veía en el cielo, y el más grande de mis primos guardaba un poco del polvito mágico para hacerle “algunos exámenes”. Ese mismo primo, el mas “ingenuo” por decir una palabra, juro que le vio la mano en la ventana con la campana “de oro”. Hasta el día de hoy nos reímos de su imaginación. Las veces que pasamos la navidad con ellos en ese simpático ritual, disfrutaba la cara de mis primos, y sentía ganas de nunca haber dejado de creer.

Ahora, si pudiera entablar una charla con el viejito pascuero, le pediría un doctor de un metro noventa, rubio, ojos claros, con un lindo auto y con departamento, también podría ser un español así medio narigoncito, pero que me hable al oído así como los españoles tan rico saben hacerlo…ahora, como en realidad yo ya tengo pareja, y no es bueno ser ambicioso, le pediría mejor una lipoescultura que me dejara regia, le pediría un pelo liso eterno, y de pasadita, unos pechos un poquitito más grandes…(con lo que sobre de la lipo podría ser). Que mi mama me hiciera pastel de choclo todo el año y que la universidad cerrara por 2 o 3 semestres.
Para el resto de mi familia mis deseos serían:
-Para mi mama…una lipo también, y una estiradita,
-pa’ mi papa, un auto full equipo,
-pa’ la Daniela pediría que ganara por todo un año, todos los concursos de salsa de Santiago
-pa’ la Michelle, que la sede de Las Condes de la Andrés Bello se trasladara a Puente Alto
-pa’ la Coni, que el nachito dejara de llorar,
-pa’ la Naye, que la Trini dejara de enfermarse y que el Mauri este año no se cambie de carrera
-pa’ la Consuelo, todos los dvd de películas infantiles del mundo
-pa’ la Angelita…..plata, mucha plata
-pa’ Rene, quedar en la U… aunque sea en la de Valpo
-pa’ mi Peter Parker, que en el trabajo pongan Internet
-pa’l Mauri, que la flaca por fin se independizara y se lo llevara
-pa’l Memo, que encuentre su media naranja
-pa' la Elia, trabajo, trabajo, trabajo!!
-pa' la Marisol, madurez
-pa' la Luisa, que nunca más le toque de compañero en un grupo el guaton Carlos
-pa' Phelipe, pediria un día en que nadie lo llamara y le cortara
-pa' Ricardo, una mina
-pa'l Cesar, que la mina le dure
-pa'l Carlos, que todo el mundo le pagara lo que le debe
-pa' la Naty, una beca de fotocopias ilimitadas
-pa' la Katia, noches de 30 horas, pa' que duerma todo lo que tiene que dormir
-pa'l Nachito, un holograma de la Coni
-pa' la Trini, que la madrina se titule luego y la lleve a Disney
-pa'l Cotton, como el mismo dijo, que la Renata lo deje dormir noche por medio

Eso entre miles de cosas. Y más que nada, salud y amor para todos.


martes, diciembre 20

 

Mal día



¿Quién dijo que 130 dividido en 2 es 75?...Yo no más po’. Por eso me parecía tan extraña la simetría del perfil ángulo, y yo pensando en la prueba, “que mariquita el profe, trabajamos siempre con ángulos de iguales lados y en la prueba tira uno diferente…la cago este tipo, y pa’ más remate dice que es igual al ejercicio de la clase… de a donde”. Obvio que era igual po’, 65 mm por lado., pero yo tenia la única prueba diferente del curso 75x65 mm. La cagué, tengo todo el ejercicio malo, mezcle propiedades geométricas y deje la escoba. Mal día. Necesitaba un 2.9 pa’ pasar y voy por el 1.0.
Hace poco perdí el pendrive que me regalo un amigo con todos mis trabajos de la universidad, esos que empezaba en la casa y terminaba en la U. Olvido las fechas importantes, pierdo los lápices, el celular, y los chalecos. Por sobre todo no me concentro.

No se que me esta pasando… o sea, si sé en cierta medida. Es algo que me pasa todos los años, al final de semestre, cuando las cosas que tengo que hacer superan al tiempo que tengo. Me cuestiono tantas cosas, de partida el hecho de estudiar algo tan difícil, que me absorbe casi por completo. Cuando alguien me pregunta que ¿qué hago de mi vida? le contesto “estudio ingeniería”, y cuando me dicen “aaa….¿y que mas?” , no hay respuesta, es que simplemente no hago nada más que eso. No tengo tiempo, entre la U y los viajes en micro a mi casa se me va el día. Además, no se si realmente es difícil o es que a mí en particular me cuesta más. Me pregunto por todos esos ramos que ya pasé y de los que no recuerdo nada. De los que estoy haciendo ahora y que no cacho ni una. No se si es valido pasar de manera mediocre cada ramo y terminar la carrera como sea, no se si cuenta eso que se dice de “en terreno se aprende de verdad”, porque si así fuera, ¿de que sirve estudiar 6 años en la U?... no sé, envidio en ocasiones a mi hermana la Dani, estudiando educación física, feliz de la vida, se saco puros 4 en el colegio, y ahí esta, chancho en una privada, y yo, primer lugar de mi generación, con una presión tremenda de todo el mundo por estudiar algo en una universidad tradicional, al final no se si entre a lo correcto. Me tinca que lo hice de pura mona, para ser más que las demás, para que mis papas estuvieran orgullosos, para poder decir en las reuniones con mis amigas “yo estudio ingeniería civil”, pero, ¿de que me sirve eso hoy?. De nada, preferiría mil veces haber estudiado algo corto, que me llenara. Pensé en ser profesora de matemática, pero es que era “tan poquita cosa esa carrera”, que lo descarte, y así muchas otras carreras.

Estoy chata, a veces siento así como ganas de llorar, de la nada. Es como un sentimiento que me agobia. Además, esto de estar en clases en estas fechas mata totalmente el espíritu navideño, tengo prueba el 26,27,28, y un tremendo trabajo el 29 de diciembre, más las pruebas que tengo antes de navidad. No tengo tiempo de disfrutar de esta época, de entusiasmarme comprando un regalo, (menos pensar en buscar un regalo especial), ni de armar el arbolito con mi familia, aunque sea opinando como esta quedando. Tampoco de pegar las luces que compraron para decorar la casa, porque estaba cansada y quería dormir. Ni de ir a buscar una carta navideña a correos de chile, para hacer feliz a un niño. Lo pensé y me entusiasme un rato….en eso quedó, porque nunca tuve tiempo de pasar.

Y el calor horrible, me pegoteo en todos lados, la gente que se mete a presión en el metro toda transpirosa, este sueño que ya parece un problema, y los días que se me escapan

Quiero salir de clases, quiero que este tiempo que me ha parecido eterno en la universidad termine, quiero trabajar por fin, quiero decidir comprarme un auto, vivir con alguien y formar familia. Quiero avanzar en la vida, y me siento atascada. Soy como la Claudia que salio del colegio, pidiendo plata pa’ la micro al papá en la mañana.

Tal vez sea simplemente un mal día. Tal vez sea la punta de un iceberg. Tal vez solo necesito un abrazo, o como dicen unos amigos argentinos, tal vez necesito vitaminas.

martes, diciembre 13

 

Aprendiendo a conducir


En las vacaciones de invierno del 2004 tomé un curso de conducir en el Automóvil Club. Ya una vez había hecho uno cerca de mi casa, pero lo deje incompleto porque no me gustaba el profesor que me hacia las clases prácticas, me ponía nerviosa, era un poco desagradable y no me concentraba bien. Así que decidí pagar un poco más (harto más), por lo que se veía un mejor servicio.
El primer día de clases prácticas, llegué como 15 minutos antes de lo ansiosa que estaba. Me senté en la sala de espera, saque mi libro de lectura (creo que era uno de Isabel Allende) y me dispuse esperar pacientemente, cuando algo distrajo mi atención; era un viejito con pinta de mañoso que había entrado en la sala. Tenia su insignia de automóvil club, por lo que me dije “este debe ser mi profe…. Un viejito enojon, que mala!!”. Y el viejito se daba vueltas, hablaba con las secretarias, además que igual todavía quedaban unos minutos para mi clase, por lo que no se veía preocupado por hablarme, mientras yo seguía en con mis reclamos internos “pucha que soy quemada, por favor diosito que ese no sea mi profe, porfa porfa porfa”. Tan concentrada estaba en pedirle a Dios que me cambiar el profe cuando escucho “¿Claudia?, Hola soy tu profesor de conducir”....Ufff….era un hombre súper joven, atractivo, con una voz muy varonil, y estaba ahí, mirándome, con la mano extendida hacia mi. (que rápido trabaja Dios en algunas ocasiones), y salimos de la sala, dejando en ella al viejito, que según me contó después mi profe, era el “mecánico”…jajaja.

Así empezamos nuestras clases, yo obviamente esmerándome por ser su alumna preferida; llegaba súper linda a todas nuestras clases, y jamás saque mis lentes ópticos de la mochila, manejaba con lentes oscuros, así lo más top, hasta que un día me los saque y los deje a un lado, mi profe los tomó y se los probó, y me dijo “Oye Claudia, que oscuros estos lentes, la cagaron. No manejas más con ellos” y a mi se me salio “si veo bien, y eso que soy corta de visssss……..ta”. mi profe abrio unos tremendos ojos y me dijo “¿Qué dijiste?”, así que tuve que decirle que era corta de vista, pero un “poquitito”. Me pregunto si andaba con mis lentes y que me los pusiera. Cuando ya estaba la Claudia “nerd” sentada al volante, el me dijo, “ no se porque no te gustan , si te ves muy linda con lentes”…jajaja…después me los puse todos los dias.

Un día en que arme de valor lo invite a salir. A comer al mall, (la escuela estaba en el subterráneo del mall). No es mi estilo, pero pensé que cuando las clases terminaran no lo vería más, entonces si me decía que no, no perdía nada. Al final, terminamos muertos de la risa comiendo en el patio de comidas. Yo tuve que subir sola, y él subió después, ya que no les permiten salir con alumnas. La verdad es que era un tipo muy simpático, inteligente, que trabajaba para pagarse sus estudios de ing. mecánica en el Inacap y que no tenía novia, el dato más importante.
Un día me hizo detener el auto en lugar bien solitario, así como en unas calles escondidas y yo me dije “a llegado mi hora…eeeee, claudia, te toca!!!!”...jajaja, pero no, quería mostrarme unas fotografías de cuando trabajó en chuquicamata para que viera la magnitud de las maquinas, (él sabia que yo estudiaba ing. civil y siempre me daba consejos y datos curiosos de la construcción). Al final no pasó nada, pero yo creo que simplemente no se atrevió.
La pase muy bien junto a él en cada clase, hasta cantamos, y nos reíamos mucho. El decía que yo era su alumna preferida. Cuando di el examen, el señor que me lo tomo me felicito por lo bien que lo había hecho (en directa alusión a lo mal que lo habían hechos mis compañeros). Mi profe me pidió que lo llamara después para contarle que tal, y me invito un helado por “buena alumna”. Nos tomamos ese rico helado y fue la última vez que nos vimos. No hubo, ni besos, ni abrazos, ni llamaditas después…. Pero de que me esmere para ser buena conductora, pregúntenle al árbol de que pase a llevar la semana pasada…jajaja

sábado, diciembre 10

 

Mi Spiderman



Hace poco, mi pololo se sintió triste porque siente que aún tengo muy presente en mi vida a mi ex. Es probable que tenga razón y yo no me había dado cuenta, pero quiero que sepa que haré todo lo posible porque ya no sea así, y además, quiero que se meta bien en su cabecita que lo quiero mucho y que cuando estamos juntos hasta mi humor mejora. Él me hace ser mejor persona, me enseña cosas, se preocupa por mi bienestar, por lo que necesito y por lo que quiero. Dice en forma de broma, (aunque no sabe que si al final nos casáramos le va a salir verdad), que trabaja para “pagar las excentricidades de su novia”. También me ayuda en la universidad, en especial a hacer trabajitos varios, aunque entre esos trabajitos casi nos sale una discusión, porque él sintió que yo “ordenaba las cosas” en vez de “pedir las cosas”. Efectivamente es así, pero lo conversamos y es otra de las cosas que tengo que mejorar.

César tiene 25 años, se tituló hace poco de Ingeniero constructor en la universidad Central, (no es que sea porrito por si acaso… es solo que amaneció con dolor de cabeza el día de la PAA…jajaja). Trabaja en una constructora que esta reparando casas del Serviu en Colina. Aunque al principio no le tincaba mucho, hoy se siente muy comprometido y realmente disfruta lo que hace. Pensando en mi futuro, un hombre ligado al rubro de la construcción no es un buen futuro, porque es un trabajo ingrato en ocasiones, donde no hay horario de salida, y en donde los mayores beneficios económicos se obtienen trabajando lejos del hogar. No me gustaría que mi marido llegara cada 15 días, porque tendría que ser padre y madre los días que él no este, y más que nada, porque lo extrañaría demasiado. Idealmente me gustaría un doctor...jajaja….es broma, si mi corazón me indica que él es indicado, hasta el Polo Sur lo sigo con mis 6 hijos...jajaja.

Además, dos cosas que se contradicen en mi pololo es que se cree Spiderman, y que todavía duerme con su mamá (que hombrecito mi Spiderman) , según él “porque en su pieza no hay televisión”, pero no creo que eso de ver la tele incluya su pierna sobre el cuerpo de su mamá….jaja, la verdad yo creo que es de puro regalón, ya que la “Marcela”, (como cariñosamente le digo a mi suegrita), hasta la leche le lleva a la cama. Espero que el hecho de ser hijo único y que su mamá sea separada no nos ocasione problemas de pareja, ya que no pienso compartir mis vacaciones con mi suegra, a lo más mejor le dejamos los niños y nos vamos solitos a una isla desierta en algún paradisíaco lugar a pasarlo chancho. Es malo inmiscuir mucho a la familia en una relación, todo el mundo se cree con derecho a opinar y eso en ocasiones puede afectar mucho a la persona que tiene que decidir entre su familia y su pareja.

En resumidas cuentas, es un buen niño, se nota que me quiere y me cuida. Me dedicó una canción de Presuntos Implicados que dice “Nadie como tú, no quiero equivocarme, pero no ha habido nadie, donde encontrar más luz....Nadie como tú que crezca con la risa, ni entienda la caricia como la entiendes tú... Nadie como tú, con quien amanecer y quiera mañanas más que ayer

Te quiero mucho mi Spiderman

viernes, diciembre 9

 

Luis Miguel y los Mariachis de mi abuela


Hace poco fue el aniversario de mis abuelos, por parte de mi papá, de 50 años de casados y sus hijos organizaron la mega fiesta del siglo, hasta con mariachis incluidos (que casi no llegan).
El problema es que esa misma noche era el recital de Luis Miguel, y como nunca he tenido mucha afinidad con ese lado de mi familia me fui al recital. De todas maneras le encargué a mi mamá que me esperara lo más que pudiera para que cantaran los mariachis. No pensé que lo lograría con tanta eficiencia y que aunque yo llegué a la 1 de la madrugada todavía no se presentaban

No pudo ser mejor elección ir al recital porque lo pase chancho. Fui con la amiga más loca y chistosa que se pudiera imaginar, se llama Marisol y es amiga del colegio. Cuando nos juntamos apareció con unos enormes lentes morados y una ajustada polera que resaltaba con generosidad sus atributos. Cuando llegamos, había enormes colas fuera del estadio. No se como lo logró, pero a los 5 minutos estábamos casi en el inicio de la cola. Puro bla bla.. Esperamos tanto, nos reímos tanto, molestamos tanto. Éramos las “niñitas piullentas” dijo una señora. Fueron como tres veces que la Marisol comento “no es Luis Miguel ese que esta en la puerta del estadio” y la gente se desesperaba y gritaba, y después mi amiguis decía con cara de acá no a pasado nada, “a no, me equivoque… es que se parecía” y la gente nos miraba medio con odio, mientras yo me cagaba de la risa.

Por fin entramos, y después de apretones, empujones, y de esperar mucho a todo sol, de contar hasta chistes para el publico de aburridas que estábamos, empezó el show. Increíble. Apareció Luis Miguel impecable. Mientras lo disfrutaba me prometí que la próxima vez estaría dentro de las 10 primeras filas, realmente valía la pena.
Afortunadamente para nosotras, mi pololo nos fue a buscar a la salida del concierto. Ahí estaba con sus bracitos cruzados esperando a su mujer, exactamente igual a como esperaban cientos de hombres. Era un poco chistoso verlos levantar la cabeza, con cara de lateados por ver a tanta mina gritando.

Después de dejar a la Marisol en su casa Cesar me acompañó donde mis abuelos. Estaban terminando de comer, y ya eran cerca de la una de la madrugada. Desencajamos un poco, yo con mi cintillo “Luis Miguel” y Cesar con su polerita adidas y sus zapatillas. Todo el resto andaba de punta en blanco, (cada uno según su alcance). Saludamos a mis abuelos (mi pololo primera vez que los veía en su vida) y nos prepararon algo de comer. Me sentaron cerca de abuelita y como era tan tarde y pensé que los mariachis ya habían tocado, no se me ocurre nada mejor que preguntarle a ella “¿Y que tal los mariachis?”. Me miro con cara de “¿Qué dice esta niñita?”, y miré a mi alrededor, y mis tíos, primos y hasta el Cesar, que sabia lo del secreto, me miró como diciendo “mi amor…la cago!!”….y para mi salvación, (y gracias a mi diligente mama)” aparecen los mariachis cantando en ese mismo instante, “Yo se bien que estoy afuera pero el día que yo me muera, se que tendrás que llorar, llorar y llorar, llorar y llorar…”. Paso, medio piola, se podría decir.

martes, diciembre 6

 

Si de amores se trata

He estado mil quinientas veinticinco veces enamorada. La mayoría de esos enamoramientos me han durado un día, una tarde o menos, pero la verdad es que ese instante que dura el encanto siento que estamos hecho el uno para el otro.
Mi primer amor fue en el jardín, pololie con un primo que se llama Gabriel, planeábamos tener 100 hijos, que yo me quedaría cuidándolos en la casa y que él traería la plata. Hoy pienso muy diferente, quiero una nana que cuide mis hijos mientras yo trabajo, y de 100 ya solo quiero 6, o 3…mi mamá dice que solo será uno. Espero que no.
Después a los 11años me enamoré por primera vez de verdad, y sufrí mucho, (como siempre amor ligado a dolor). Fue por muchos años mi amor platónico, y verlo hoy, auque sea una vez al año, me provoca cierto nerviosismo. Deben ser los recuerdos.
Luego de él, y de algunos “pololitos varios” conocí a mi primer amor verdadero, al primer hombre en mi vida, a mi primer amigo incondicional. Estuvimos juntos casi 5 años, pero me costo asimilar su cambio de niño-universitario a hombre-trabajador y sin darme cuenta deje de quererlo. Si yo pudiera mandar en mis sentimientos sería a él a quien amaría, por que sin duda es la persona que más me amado en la vida y un gran amigo.
Cuando terminamos estuve saliendo con un tipo que me atraía mucho, era como una debilidad hormonal lo que sentía hacia él. Después de un tiempo, me di cuenta de que hace falta algo más que una cara y un cuerpo bonitos. Hace falta “feeling”
Y fue eso lo que me unió a segundo pololo, ya que con el quebré la regla más importante que tenia con respecto a los hombres, “nunca meterse con un tipo más bajo”. Cuando lo conocí usaba argolla, y aunque no era casado tenia su historia heavy en la espalda. No pude contra eso y el destino hizo lo propio. Hoy él esta nuevamente con su ex, y lo más probable es que usando su argolla otra vez. Tienen incluso una bella niña. De verdad que lo quise mucho. (lección en la vida, NO quebrar las reglas por un hombre…jaja, hay muchos)
Y para terminar, mi actual pololo. Es un tipo encantador, no es que diga cosas chistosas, es que él en su conjunto es chistoso. Camina chistoso, habla chistoso…corre….ufff, pa’ que decirlo. Llevamos un mes y medio juntos y se nota que me quiere. Él dice que “soy la princesa de sus sueños”… y no sabe que se esta metiendo con la bruja de su peor pesadilla….jajaja.

lunes, diciembre 5

 

Mi tata murió cuando yo tenía 16 años. Estaba en el colegio, y la inspectora me sacó de clases. Me junto con mi hermana Daniela y nos contó la noticia en el patio. No lo podía creer, me subió desde los pies una oleada de sentimientos, creo que lloré desde ese instante hasta varios días después. No podía para de llorar, tenia esa pena con la que tirita la pera, y el menor recuerdo me provocaba un inmenso dolor. Incluso hasta el día de hoy.
Mi tata era un hombre tan jovial, tan alegre, tan dueño de la situación. Era el hombre indiscutido de la casa, todo, absolutamente todo pasaba primero por su control. Era un hombre increíble. Recuerdo quedarme en su casa a dormir los fines de semana y despertar con el programa de tangos de Alodia Corral. Al levantarme iba a verlo a su taller, siempre haciendo algo. Una vez se le ocurrió hacer anillos a partir de una moneda. Tuvo a mis dos primos chicos entretenidos semanas haciendo anillos para todas las mujeres de la familia...jaja…quien los hubiera visto a ellos limando tantas monedas. Y a nosotras esperando los anillos con tanta ansia. Y como anillos, hizo tambien mesas, sillas, repisas, etc.

Los primeros años de mi niñez los pase en su cama. Mi mamá no tuvo nada que opinar, la niña duerme con los abuelos y punto. Así que solo tengo recuerdos de mi tata dándome la leche, y haciendo que me sentara a cada rato para que “la leche bajara”, cuando lo único que yo quería era tragarmela altiro. Enseñó a todos sus nietos a hacer pipi, nos sentaba en una silla pequeña a la que le adaptó una pélela, se colocaba a leer el diario, y mis pobres primos podían estar horas y horas sentados allí llorando.

Cáncer dijo el doctor. Mi mama, mi tía, y mi primo mauri (el que mi tata adopto como hijo, al ser mi tía madre soltera), lo acompañaron al doctor. No hubo cosa natural que mi tata no probara hasta decidir ir al medico. Le dolía el pecho. Cáncer al pulmón. Aunque él nunca supo que diablos era lo que tenia, su estado día a día empeoraba. Yo le hacia masajes con “dolorub” y él decía que lo aliviaban, y que con mis tias no era l mismo.Y así me convertí en su masajeadora oficial, y cada día al llegar del colegio, le sobaba la espalda y el pecho. Hasta que murió.

Cuando la inspectora del colegio me dejo en la casa de mis abuelos subí desesperada a verlo a su pieza, y al verlo lloré aún con más pena…con tanta pena que me dormí a su lado, y al despertar, por un instante, sentí que el tiempo retrocedía, y que yo estaba en la cama esperando que se levantara para darme la leche…

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