viernes, agosto 4
Clases de salsa
El sábado pasado fuimos con unos compañeros de universidad a una salsoteca que esta en Vicuña Mackenna que se llama Club Mangosta. El lugar es bastante agradable, pero definitivamente hay que saber bailar salsa, si no, ¿a que vas?.
Y como yo no sé bailar salsa obviamente que me aburrí un poco, aparte que César baila ente cumbia, guaracha y merengue, así que para que nadie se riera de mi novio preferí mantenerlo sentado. Cuando nos fuimos, nos regalaron unas clases de salsa, (no se porque… si bailamos tan re bien), un mes completo de clases gratis, lo que equivale a 4 jueves de salsa básica.
Ayer fue la primera clase. Yo no bailo bien, pero me manejo con los tiempos y la coordinación, más que nada lo que me falta es gracia, chispa. En cambio César, (hay Dios mio!!), negado total. La música lo discordina porque tiene que ir contando en los pasos y mirando sus pies. Tampoco es conveniente que pierda de vista al profe, porque el de al lado podría sufrir algún incidente… o yo.
Lo bueno es que son 4 clases, quien sabe si después de eso cuando bailemos deje de contar, o me mire a la cara. Lo malo, es que no creo que podamos seguir avanzando de niveles… juntos.
Lo bueno, es que la mayoría de los hombres del curso baila como Cesar. Lo malo, es que voy a tener que aguantarme 3 clases más haciendo los mismos 4 pasos…jajaja.
Igual, hay que reconocer que el profe es un tipo muy simpático, guapo, que baila el descueve, (enseña hasta casino) y con un humor conquistador. Eso mismo le dije a César quien miro al profe así con los ojos entrecerrados y me pregunta “¿tu crees?”. “Si”, le digo yo, “lastima que tiene un defecto”. César asintió con la cabeza y me dice, “es chico”.
Al final, nos quedamos un ratito mirando el grupo siguiente, que era el intermedio, pero igual César tenia que trabajar al día siguiente así que nos fuimos. Vamos a ver como llega el alumno estrella la próxima semana.
Y como yo no sé bailar salsa obviamente que me aburrí un poco, aparte que César baila ente cumbia, guaracha y merengue, así que para que nadie se riera de mi novio preferí mantenerlo sentado. Cuando nos fuimos, nos regalaron unas clases de salsa, (no se porque… si bailamos tan re bien), un mes completo de clases gratis, lo que equivale a 4 jueves de salsa básica.
Ayer fue la primera clase. Yo no bailo bien, pero me manejo con los tiempos y la coordinación, más que nada lo que me falta es gracia, chispa. En cambio César, (hay Dios mio!!), negado total. La música lo discordina porque tiene que ir contando en los pasos y mirando sus pies. Tampoco es conveniente que pierda de vista al profe, porque el de al lado podría sufrir algún incidente… o yo.
Lo bueno es que son 4 clases, quien sabe si después de eso cuando bailemos deje de contar, o me mire a la cara. Lo malo, es que no creo que podamos seguir avanzando de niveles… juntos.
Lo bueno, es que la mayoría de los hombres del curso baila como Cesar. Lo malo, es que voy a tener que aguantarme 3 clases más haciendo los mismos 4 pasos…jajaja.
Igual, hay que reconocer que el profe es un tipo muy simpático, guapo, que baila el descueve, (enseña hasta casino) y con un humor conquistador. Eso mismo le dije a César quien miro al profe así con los ojos entrecerrados y me pregunta “¿tu crees?”. “Si”, le digo yo, “lastima que tiene un defecto”. César asintió con la cabeza y me dice, “es chico”.
Al final, nos quedamos un ratito mirando el grupo siguiente, que era el intermedio, pero igual César tenia que trabajar al día siguiente así que nos fuimos. Vamos a ver como llega el alumno estrella la próxima semana.
