viernes, agosto 10
Día del niño…. En mi casa!
Celebramos el día del niño en mi casa. Vino la Ángela con el Julio, la Coni y el nunca bien ponderado Ignacio (o Nano, como el mismo se llama) y la Nayita con el Juan, la Consuelito y mi Trininguis.
Siempre tuve en mente comprarle unas tacitas a la Trini, pero estaba esperando alguna oferta de juguetes, hasta que al final la oferta nunca llegó y se agotaron los juguetes más baratos. Le compre las tazas de juguete más caras que he pagado en mi vida…en fin, valió igual porque es mi princesita…con tacitas de oro.
Al Nacho con César (mi eterno aval, socio, sostenedor, etc) le compramos unos autitos súper lindos, porque antes cuando lo llamé el me dijo que quería eso… cuando me vio corrió a abrazarme, -como nunca- y me besó. Pero más que los autitos, le gustaron unas maquinas de la construcción que le compre en la feria por luka y que uno las miraba y se les salía una pieza, pero al Nacho le encantaron. Me dejo inclusive tomarlo y jugar con él.
En eso llegó la Trini y casi le dio un infarto cuando vio a su madrina con el Nacho en brazos. No saludo a nadie y se puso para que yo la tomara. Así que tenia al Nacho en la pierna izquierda y a la Trini en la derecha, hasta que por alguna tontera la Trini se largo a llorar con tanta tanta pena, que los demás supusieron que era más que nada porque yo tenia al nacho…. Así que lo tomó la Dani y yo la pude abrazar y consolar hasta que se le pasó y abrió sus regalos, una muñeca que le regalo mi mamá y mis tacitas.
Cuando la Trini se serenó y comenzó a jugar con sus tacitas, al Nacho se le olvidaron los autos, las maquinitas, el súper robot que le regalo mi mamá y se sentó a tomar te con mi ahijada en sus tacitas de oro, estaba ultra entretenido sirviéndole a la trini que tenia sus manos ocupadas con su guagua nueva. Menos mal que mi mamá no se dio cuenta de todo el jugo que cayó a la alfombra y que yo discretamente seque para que no retaran a mis dos ahijados, si pues, dos ahijados, porque resulta que ahora el Nacho también me llama madrina, aunque la Dani le ha explicado en todos los idiomas que “ella” es su madrina, la nina, no yo, pero como la Trini me llama así el también po’, y no hay caso. El otro día llamo y dijo “quiero hablar con mi madrina”…”la dani?” le dijo mi mamá…”nooooo…la madrina”….era yo, jajajaja.
Demasiado entrete, de hace tiempo que no nos juntábamos todos. Es reconfortante estar con la familia completa de vez en cuando.
Siempre tuve en mente comprarle unas tacitas a la Trini, pero estaba esperando alguna oferta de juguetes, hasta que al final la oferta nunca llegó y se agotaron los juguetes más baratos. Le compre las tazas de juguete más caras que he pagado en mi vida…en fin, valió igual porque es mi princesita…con tacitas de oro.
Al Nacho con César (mi eterno aval, socio, sostenedor, etc) le compramos unos autitos súper lindos, porque antes cuando lo llamé el me dijo que quería eso… cuando me vio corrió a abrazarme, -como nunca- y me besó. Pero más que los autitos, le gustaron unas maquinas de la construcción que le compre en la feria por luka y que uno las miraba y se les salía una pieza, pero al Nacho le encantaron. Me dejo inclusive tomarlo y jugar con él.
En eso llegó la Trini y casi le dio un infarto cuando vio a su madrina con el Nacho en brazos. No saludo a nadie y se puso para que yo la tomara. Así que tenia al Nacho en la pierna izquierda y a la Trini en la derecha, hasta que por alguna tontera la Trini se largo a llorar con tanta tanta pena, que los demás supusieron que era más que nada porque yo tenia al nacho…. Así que lo tomó la Dani y yo la pude abrazar y consolar hasta que se le pasó y abrió sus regalos, una muñeca que le regalo mi mamá y mis tacitas.
Cuando la Trini se serenó y comenzó a jugar con sus tacitas, al Nacho se le olvidaron los autos, las maquinitas, el súper robot que le regalo mi mamá y se sentó a tomar te con mi ahijada en sus tacitas de oro, estaba ultra entretenido sirviéndole a la trini que tenia sus manos ocupadas con su guagua nueva. Menos mal que mi mamá no se dio cuenta de todo el jugo que cayó a la alfombra y que yo discretamente seque para que no retaran a mis dos ahijados, si pues, dos ahijados, porque resulta que ahora el Nacho también me llama madrina, aunque la Dani le ha explicado en todos los idiomas que “ella” es su madrina, la nina, no yo, pero como la Trini me llama así el también po’, y no hay caso. El otro día llamo y dijo “quiero hablar con mi madrina”…”la dani?” le dijo mi mamá…”nooooo…la madrina”….era yo, jajajaja.
Demasiado entrete, de hace tiempo que no nos juntábamos todos. Es reconfortante estar con la familia completa de vez en cuando.
# posted by Princesita @ 11:34 p. m. 
