Historias de una princesa

Cuando chica adoraba el jardín, me encantaba ir, aparte que era la regalona de las tías y tenía mis admiradores por ahí. El cambio a primero básico fue brusco, porque pase de una estructura mixta a estar solo con niñas...y chuta que las niñas en masa son peligrosas. Me costo adaptarme, mi personalidad del jardín se fue apagando hasta convertirme en una niña tímida, callada y de muy pocas amigas. Más o menos en quinto básico empecé a entretenerme en el colegio, llegaron niñas nuevas a renovar el ambiente y poco a poco se fueron las que lo asfixiaban. Nunca llegue a ser la cabecilla del grupo, pero me reí hasta el cansancio.
En cuanto a notas, siempre fui buena alumna, se me hacia fácil sin mucho esfuerzo. En primero de enseñanza media alcancé por primera vez el primer lugar, pero el día de la premiación falté, una porque la premiación fue sin previo aviso y otra porque tampoco pensé que había alcanzado ese reconocimiento, (él regalo no se perdió, mi hermana Daniela, orgullosa subió al escenario por mi...patua!).
En cuanto a amistades, la enseñanza media me dejo grandes recuerdos. Tuve muchas amigas y me di el tiempo para conocerlas a fondo, desde mis amigas nerd, hasta mis amigas top.

Cuando salimos de cuarto medio, en donde la premiación del primer lugar fue en mi graduación (a la que no falte), me sentía tan feliz, tan contenta de salir, (el colegio me tenia chata) y por eso, no entendía porque mis compañeras lloraban tanto. Hoy, después de tanto tiempo, si apareciera un hada y me preguntara que es lo que más deseo, le diría que solo quiero volver al colegio.

PD: de chiquitita linda...jajaja